Fundación de la colonia

Inicio de colonia de hormigas en hormiguero.es 🐜

Claves para el éxito en la fundación de una colonia de hormigas

En los inicios de una colonia, es crucial proporcionar las condiciones adecuadas para que la reina pueda maximizar la producción de obreras. Al principio, las obreras nacen pequeñas y menos fuertes, lo cual permite a la reina priorizar la cantidad sobre el tamaño, formando una fuerza laboral inicial que garantice la supervivencia de la colonia. Esto solo es posible si se le ofrece el entorno adecuado: temperatura, humedad y alimento necesario. Estas condiciones favorecen que las primeras obreras puedan cumplir sus tareas y que, a medida que aumentan en número y recursos, nazcan obreras de mayor tamaño que fortalezcan la colonia.

En la fundación de una colonia, las hormigas obreras juegan un papel esencial: recogen y transportan materiales en sus mandíbulas para construir el hormiguero, formando entradas y áreas seguras para la reina y las crías. Mientras algunas especies crean hormigueros complejos y permanentes, otras optan por un estilo de vida nómada, sin estructuras fijas.

Existen dos tipos de reinas: las claustrales y las semiclaustrales. Las primeras, las claustrales, solo requieren que durante los primeros meses en el tubo de ensayo o en el reinero, las dejemos tranquilas. Aunque es posible ofrecerles bebidas azucaradas cada dos semanas o así, las reinas suelen contar con la energía suficiente para prescindir de ella, ya que metabolizan los músculos de sus alas que les da la energía suficiente para producir los primeros huevos. Las reinas semiclaustrales necesitan una zona de forrajeo ya que cada 2 o 3 días buscarán alimento.

Una vez que las reinas tengan obreras, será necesario alimentarlas. En esta etapa, es importante ofrecer no solo carbohidratos, sino también proteínas, ya que estas favorecerán la puesta de huevos y el crecimiento de la colonia. Una vez que sea difícil alimentarlas sin que se escape alguna es hora de moverlas a un hormiguero mas amplio.